De la carta encíclica Mense maio de su santidad Pablo VI, en la que se invita a rezar a la Virgen María en el mes de mayo:
«La misión maternal de la Virgen empuja al Pueblo de Dios a dirigirse con filial confianza a Aquella que está siempre dispuesta a acogerlo con afecto de madre y con eficaz ayuda de auxiliadora.
A María, pues, se eleven en este mes mariano nuestras súplicas para implorar con crecido fervor y confianza sus gracias y favores».