El de Corea del Sur es un claro ejemplo de país que ha pasado de ser evangelizado a evangelizador, de recibir misioneros a enviarlos por todo el mundo. El país asiático tiene alrededor de 5,6 millones de católicos repartidos en tres archidiócesis, 14 diócesis y un ordinariato militar, pero sobre todo llama la atención por cómo en este siglo XXI ha sido uno de los países donde más ha crecido la Iglesia.