No es lícito “impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida)”. Según el documento, la bendición de una pareja homosexual podría llevar a malentendido de pensar que la Iglesia considera válidas estas uniones.
La nota está firmada por el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y por su número dos, el arzobispo Giacomo Morandi.