Salwa tiene 20 años y es una de las supervivientes del genocidio contra los yazidíes en Irak. En 2014 fue secuestrada y esclavizada por el ISIS durante cinco meses. Se escapó y regresó a casa, y ahora recorre el mundo para explicar la terrible situación de las minorías étnicas y religiosas en Oriente Medio.
Intervino en un encuentro en Roma sobre libertad religiosa. Allí pidió a los gobiernos que no se conformen con proporcionar refugio a quienes escapan de sus países, sino que trabajen para que las personas puedan regresar y vivir pacíficamente en sus tierras.