El Papa Francisco ha dado un paso más en la reforma de la gestión de las finanzas Vaticanas. Con este nuevo documento se confirma oficialmente que los fondos y otros bienes de la Secretaría de Estado dependerán del APSA, la organización encargada de administrar el patrimonio de la Sede Apostólica. Esta, a su vez, será controlada por la Secretaría para la Economía.