Con motivo de la visita de Vladimir Putin al Vaticano el 4 de julio, Gambarin decidió plasmar en la tierra el rostro del prínciple Vladimiro el Grande. Se convirtió al cristianismo en el siglo X y permitió la evangelización de los pueblos eslavos orientales, a los que pertenecía parte de la Rusia actual.
El rostro dibujado por Dario Gambarin mide 24.000 metros cuadrados y se encuentra en un campo de Verona, en Italia.