La llanura del Nínive está siendo liberada poco a poco por las fuerzas iraquíes y kurdas pero la gran pregunta para los cristianos es, no solo si podrán volver a sus casas, sino cómo será a partir de ahora la vida con sus vecinos musulmanes.
Ese será uno de los principales retos del Irak post-ISIS. Otro el de proteger a las minorías religiosas para que nunca más vuelvan a ser víctimas de otro genocidio como este.