Sor Joséphine Bou Nassar es libanesa y fue refugiada durante la guerra civil de su país, un conflicto que duró más 15 años. Es religiosa de la Charité de Besançon y, por si no hubiera sido poco vivir la guerra en su propia tierra cuando era joven, como religiosa, le tocó sufrirla durante 3 años en Siria. Fue además en una zona totalmente cristiana asediada pronto por milicias yihadistas de todo tipo. En esa situación los cristianos dejaron de acudir a las parroquias. Todo atisbo de normalidad quedó aplastado bajo los combates. Por iniciativa de esta religiosa, la imagen de la Virgen visitó a diario unas 25 o 30 casas. Fue un sencillo gesto que llenó de esperanza la zona en la que precisamente comenzó la guerra y donde se vieron las primeras atrocidades, la región de Daraa.