La coiniciadora del Camino Neocatecumenal quería ser misionera pero sufrió un duro golpe cuando la congregación de la que formaba parte no le dejó realizar los votos perpetuos.
Es lo que muestra Aquilino Cayuela en el libro “Carmen Hernández, notas biográficas”. Allí muestra cómo en ese momento de gran conmoción fue clave el encuentro con el sacerdote Pedro Farnés.
Ella falleció en 2016 a los 85 años de edad y desde entonces su tumba ha recibido más de 40.000 visitas.