El Pontificio Instituto de Música Sacra lleva 100 años conservando, componiendo, cantando y transmitiendo música que eleva el espíritu. Su coro cuenta con 60 estudiantes de varios países y pretende conservar la historia que hay detrás de estos antiquísimos himnos.
Walter Marzilli dirige este coro desde 1991. Dice que también hoy la música sacra ocupa un lugar especial en la Iglesia católica.