Pauline Jaricot vivió hace 200 años en Francia. Tras una profunda conversión en la adolescencia puso en marcha una iniciativa crucial para el desarrollo de las misiones: la Obra de la Propagación de la Fe, semilla de las actuales 4 instituciones que hoy se dedican a los misioneros. Es considerada un ejemplo de laico comprometido con la evangelización. Tuvo una vida difícil, marcada por la enfermedad pero las dificultades no apagaron su ansia misionera.
Será beatificada este domingo en Francia.