Continúan el lanzamiento de misiles entre Israel y Palestina. Los católicos de la región no han sido atacados directamente, pero viven con tensión y frustración.
El patriarca latino de Jerusalén está llamando a la calma a todas las partes. Pide al mundo que no olvide la situación de Tierra Santa y que rece por la paz y la justicia. Teme que la situación empeore aún más en las próximas horas y espera que las llamadas del Papa al diálogo sean escuchadas.