En su viaje a Bulgaria, el Papa rezó en la capilla que recuerda a los evangelizadores del país, San Cirilo y San Metodio, a quienes Juan Pablo II nombró patronos de Europa. Como estos santos tradujeron la Biblia a un idioma que los eslavos pudieran comprender, el Papa pidió que también hoy las Iglesias usen un lenguaje que comprendan las personas. En su primer discurso religioso. En él, Francisco pidió tomarse en serio las consecuencias de la resurrección de Jesús.