En su catequesis el Papa recordó "la experiencia de los dos discípulos que, después de la muerte de Jesús en el Calvario, huyen de Jerusalén desilusionados por la derrota del Maestro”.
Cuando Jesús les sale al encuentro, ellos no lo reconocen, obcecados "por el fracaso de sus expectativas humanas”. Aunque Jesús "conoce el motivo de su desilusión, no se impone, sino pregunta y escucha. Comienza su 'terapia de la esperanza'. Les deja el tiempo necesario para que hagan un recorrido interior y lleguen al fondo de su amargura”...