Esta mañana el Pontífice afirmaba que “las medidas drásticas no siempre son buenas”, por eso “oramos”: “Para que el Espíritu Santo pueda dar a los pastores la capacidad y el discernimiento pastoral para que puedan proporcionar medidas que no dejen sólo al santo pueblo fiel de Dios. Que el pueblo de Dios se sienta acompañado por los pastores y del consuelo de la Palabra de Dios, de los sacramentos y de la oración”.
Además de cancelar todas las misas para evitar aglomeraciones, como el gobierno italiano ha pedido que se salga a la calle sólo cuando sea imprescindible, Italia ha cerrado todas sus iglesias. El Papa ha subrayado que se trata de medidas muy duras. Así que el cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis, ha modificado el decreto por el que quedaban cerradas todas las iglesias de la diócesis más importante del mundo.