El papa se reunió con la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima. Hizo una llamada a la defensa de vida en Portugal, ya que ese mismo día se despenalizó la ley de la eutanasia en el país.
"Y hoy también estoy muy triste, porque en el País donde apareció la Virgen se promulga una ley para matar, un paso más en la larga lista de países con eutanasia– hoy, entonces, pensando en la Virgen, miremos a María como modelo de mujer por excelencia, que vive en plenitud un don y una tarea: el don de la “maternidad” y la tarea de “cuidar” a sus hijos en la Iglesia".
Dedicó gran parte de su discurso a recordar el papel esencial de la mujer.