Durante su audiencia general del miércoles, el Papa recordó a los dos ladrones que murieron al lado de Jesús en la cruz. Dijo que allí uno experimentó la misericordia infinita de Cristo. Y meditó sobre ese episodio apartándose varias veces del texto que tenía preparado.
Antes de irse, el Papa recordó de nuevo a las víctimas de la guerra en Siria, y dijo a quienes están bombardeando Alepo que deberán dar a Dios de lo que están haciendo.