Después de bautizar a 32 bebés en la Capilla Sixtina, el Papa rezó el Ángelus con peregrinos en la Plaza de San Pedro. Como era la fiesta del Bautismo del Señor, reflexionó sobre el misterio del plan de Dios. Dijo que Jesús eligió ser bautizado aunque no necesitaba ser purificado.
También el Papa explicó que los cristianos están llamados a vivir con sencillez, sin presumir sus buenas obras. Pidió a los peregrinos que pregunten a sus familiares por la fecha del propio bautismo.