En el Ángelus del domingo, el primero de agosto el Papa advirtió contra lo que llamó la “tentación idolátrica”.
Después de rezar el Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos que estaban en la plaza. Venían de todo el mundo, también de Perú, a quienes dirigió unas palabras.
En San Pedro, durante el Ángelus, también había muchas banderas eslovacas. Eran peregrinos provenientes del próximo país que visitará Francisco.