Durante su catequesis, el Papa diagnosticó otra de esas enfermedades sociales que ha desvelado la pandemia: la brecha social causada por una economía enferma.
Francisco advirtió de que la naturaleza está al límite de su capacidad debido al pecado de querer poseerla y dominarla. Precisamente, el Papa recordó que el ser humano no es dueño de la Creación, sino un administrador que debe hacerla fructificar. Esos frutos, insistió Francisco, son de todos...