Papa Francisco llegó en silla de ruedas y ocupó el sitio de honor en el Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Se sentó junto al presidente de Kazajistán.
Uno de los primeros en saludar al pontífice fue el Imán de Al-Azhar, autoridad moral del mundo sunnita y aliado del Papa en la lucha contra el fanatismo religioso.
Este congreso se celebra cada tres años en Kazajistán y se inspira en la Jornada de Oración por la Paz en el mundo convocada en Asís por San Juan Pablo II en 2002