Papa Francisco se reunió con jóvenes empresarios franceses. Vinieron a Roma, para hablar sobre cómo promocionar la enseñanza social católica en la vida personal y profesional. Los animó a incluir valores en sus negocios para dar testimonio cristiano, genuino e irreemplazable. A apreciar las cosas sencillas de la vida, en lugar de vivir en lo superficial. Así como promover una conversión ecológica y espiritual para enfocarse en una verdadera vocación de ser líderes empresariales cristianos e incorporar la Doctrina Social de la Iglesia a la vida diaria.