Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, se convirtió en una de las voces más críticas de la crisis social que vive el país. Las tensiones se multiplicaron, recibió amenazas de muerte y el Papa le pidió que abandonara el país.
Actualmente se encuentra en Miami, junto a su familia, que vive allí exiliada. Dice que, a pesar de estar lejos de su tierra natal, su compromiso por la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos sigue en pie.