Con 18 cardenales electores y una creciente presencia en la Iglesia global, África se convierte en una voz clave en el próximo cónclave. Representando a 17 países y en su mayoría nombrados por el Papa Francisco, estos purpurados reflejan la vitalidad, los desafíos y la fe profunda de un continente donde vive el 20% de los católicos del mundo.