Hasta el próximo 3 de abril, no habrá misas públicas ni en el Vaticano ni en Roma. Una medida prácticamente sin precedentes.
El Papa está celebrando la misa a solas en su capilla, con unos pocos colaboradores. La retransmite en directo para todo el país.
Además, el papa Francisco seguirá teniendo sus dos citas semanales, el ángelus del domingo y las audiencias generales del miércoles, pero de modo virtual: él solo en una habitación, para que haya menos peregrinos en la plaza.
Hasta que se calme la situación, el Papa mantendrá sólo reuniones imprescindibles, no recibirá a grupos de peregrinos, y extremará las medidas de prudencia.
Se cierran también los Museos Vaticanos y las catacumbas bajo la basílica.
Sigue abierta la basílica, pero piden a los visitantes que mantengan la prudente distancia de seguridad, de 1 metro.
Para los empleados del Vaticano hay medidas parecidas a las del resto del país:
- Evitar aglomeraciones.
- No usar ascensores para no estar demasiado cerca de otras personas.
- Limpiar a menudo las zonas que se usan.
Obviamente, se aconseja a quienes tengan síntomas de fiebre que llamen a su médico para que les diga cómo actuar, y que eviten ir al hospital hasta que esté todo listo para atenderles.
- Indicaciones de a Conferencia Episcopal Española ante el coronavirus:
Madrid, 6 de marzo de 2020. En relación a la situación señalada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, vinculado a la expansión del coronavirus en España, el Secretario general de la Conferencia Episcopal Española ha realizado algunas indicaciones sobre esta cuestión, que son pautas compartidas por numerosas diócesis y por la Iglesia en España:
Conveniencia de retirar el agua bendita de las pilas que hay en las entradas de las iglesias y en otros lugares de devoción.
Posibilidad de ofrecer en la celebración de la eucaristía otro gesto de paz distinto al habitual de abrazar o estrechar la mano a los que están próximos.
Que las personas que distribuyen la comunión durante la de la eucaristía, se laven las manos antes y después de este momento.
Que las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes, tan propias de este tiempo de Cuaresma y en la próxima semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico con ellas, y facilitando una mayor rapidez que evite aglomeraciones.
Además de estas, más generales, en algunas diócesis, templos, cofradías o parroquias podrían añadirse otras más específicas, atendiendo a los costumbres propias de esos lugares.