El Hospital de la Sagrada Familia, en Belén, es un espacio para la esperanza en Palestina. En Cuidados Intensivos Pediátricos, la mayoría de los pequeños son hijos de madres musulmanas.
Una de ellas, Reema, regaló una imagen de Jesús, María y José, como agradecimiento a los médicos que salvaron la vida a su hijo, tras un problemático parto prematuro. Este centro sanitario, gestionado por la Orden de Malta, es el único capaz de mantener la esperanza de vida a bebés prematuros nacidos en Palestina con sólo 7 meses de gestación.
De los 4.500 que nacen aquí cada año, unos 470 necesitan pasar por esta sala de cuidados intensivos. Un homenaje a la vida muy cerca del lugar donde nació Jesús.