Los dos mandos más altos de la Guardia Suiza y de la Gendarmería Vaticana llevaron juntos la cruz del Jubileo y atravesaron juntos la Puerta Santa.
Todos los agentes de estos dos cuerpos, uno militar y el otro de policía, peregrinaron juntos con sus uniformes hacia la Basílica de San Pedro, con el deseo de ganar la indulgencia del jubileo.