Cada 27 de enero se recuerda a las víctimas del Holocausto y el dolor provocado por otros genocidios como Camboya, Ruanda, Bosnia o Darfur.
Entre todos los terribles asesinatos provocados por la persecución nazi está el de la familia polaca Ulma. La formaba Joseph (44) y Victoria (32), que escondieron en su pequeña casa a ocho judíos. Victoria, que estaba embarazada, tenían seis hijos de dos a ocho años.
Los soldados alemanes los asesinaron el 24 de marzo de 1944, justo después de descubrir a los judíos que escondieron en su casa.
En caso de ser beatificados y luego canonizados, sería un caso excepcional. Nunca antes una familia entera había subido hasta lo más alto de los altares.