Según el Evangelio de Mateo, varios sabios o magos siguieron el camino que les marcó una estrella, hasta llegar a Belén, donde conocieron al Niño Jesús y a su Madre. Aunque no aclara cuántos eran, tradicionalmente se habla tres, pues la Biblia enumera tres misteriosos regalos: oro, incienso y mirra.
Hoy en día, millones de cristianos los recuerdan en la fiesta de la Epifanía.