Las Hermanitas Discípulas del Cordero, son religiosas contemplativas con síndrome de Down. A unos treinta kilómetros al este de Poitiers, en Le Blanc, pleno centro de Francia, diez religiosas contemplativas de las Hermanitas Discípulas del Cordero viven su vida de oración en un monasterio atendido sacramentalmente por la cercana abadía benedictina de Fontgombault. Tienen una particularidad: la mayor parte de ellas son mujeres con síndrome de Down y destacan por su alegría.