Vídeollamada del Papa un par de días antes de ingresar en el hospital Gemelli. El Papa llama a diario a la parroquia de Gaza, desde que inició la Guerra y habla con el párroco P. Gabriel Romanelli, IVE y los que se encuentran en la parroquia. Telefonea para interesarse por las condiciones de vida de las más de 600 personas, cristianos y musulmanes, refugiados entre la parroquia y el colegio.
Ahora desde el hospital, sigue haciendo su llamada diaria a Gaza.
Menos de cinco minutos, un gesto, sin embargo, fundamental para personas que viven con miedo, frío y hambre desde hace más de un año y que no saben lo que les espera en el futuro. Un Papa de 88 años que utiliza las nuevas tecnologías para expresar esa «cercanía» que es una de las «características» de Dios, como siempre ha dicho, junto con la compasión y la ternura. Y también la esperanza. La de una paz definitiva, justa y duradera.