A principios del siglo XX, el 6,5% de los iraquíes eran cristianos. Ahora, lo son menos del 1%.
La llegada del Isis provocó la estampida final. En el año 2003 había 1.400.000 cristianos en el país, y se calcula que ahora sólo quedan 250.000. No regresan por miedo, pero también por falta de estabilidad económica.
Instituciones de muchos países trabajan para reconstruir la sociedad civil en Irak y permitir que surjan nuevos puestos de trabajo. Una de ellas es “Hungary Helps”, del gobierno húngaro, que incluye en su gobierno un encargado de ayudar a los cristianos perseguidos.