Más allá de lo breve de su pontificado, hay una característica de Albino Luciani que conquistó a la humanidad: Su sonrisa.
Tenía 65 años cuando fue electo Papa y fue el primero que no usó la tiara. Además, con sus didácticas y cercanas catequesis llenas de anécdotas, abrió nuevos caminos en la Iglesia.
El Presidente de la Fundación vaticana Juan Pablo I es el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, que también proviene de la región de Véneto, como Papa Luciani. Dice que una de las primeras tareas de la institución es ardua, pero ayudará a dar a conocer mejor la vida del último Papa italiano: Preparar la publicación de sus obras completas.