El líder de la Iglesia ortodoxa, Bartolomé, viajó a Roma para agradecer al pontífice el valiosísimo regalo que le hizo: fragmentos de los restos del príncipe de los apóstoles y primer Papa; San Pedro. Francisco lo hizo como símbolo de unidad. Para unir a Pedro con su hermano Andrés cuyo sucesor ahora es el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, principal líder de la Iglesia Ordotoxa.
El regalo de los fragmentos de San Pedro fue un gesto apreciadísimo por el Patriarca quien también lo reconoció como un gesto concreto de cara a la unidad.