El Papa expresó su dolor por las víctimas de la masacre que tiñó de luto Nigeria en la fiesta de Pentecostés. En medio de la celebración en una iglesia de Ondo, hombres armados con rifles abrieron fuego contra los fieles, dejando al menos 50 fallecidos, entre los que se encuentran muchos niños. La tragedia ocurrió en la iglesia de San Francisco Javier de Owo, ubicada en una de las zonas que, hasta ahora, había sido una de las más pacíficas de la región. Se desconoce la identidad de los agresores.