Durante su catequesis del miércoles, el Papa explicó en qué consiste la oración cotidiana. Recordó que es un modo de rezar que nace del amor. que no hay que esperar a que llegue una situación perfecta para comenzar a hablar cotidianamente con Dios. 
Recomendó detenerse cuando invadan pensamientos y situaciones que susciten ira o desasosiego. Propuso llevar estos sentimientos a Dios y confrontarse con Él para recuperar la esperanza. 
Dijo que de la oración se pueden sacar energías para afrontar las dificultades, superar la rabia, aceptar la propia fragilidad y las de los demás, perdonando.
                        
                        