El Papa sigue de cerca la evolución de la crisis en entre Armenia y Azerbaiyán, dos países que él mismo visitó en 2016. Antes del Ángelus, Francisco se había reunido con el líder de la Iglesia Apostólica de Armenia, Karekin II. Recordó que en ese día se conmemoraban dos jornadas mundiales. Por un lado la del turismo, y la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que la Iglesia impulsa desde 1914.