En su catequesis del miércoles 14 de junio, el papa Francisco recordó la importancia de querer y de ser queridos, porque nadie puede vivir sin amor, y cuando falta, tiene serias consecuencias. Aseguró que Dios da el primer paso, porque quiere a cada persona con un amor incondicional, independientemente de sus pecados. Lo comparó con el amor de las madres.