El papa Francisco, al terminar el rezo del Ángelus, dirigió estas palabras a quienes sufren sus peores consecuencias.
“Renuevo el llamamiento a un alto el fuego global e inmediato que permita la paz y la seguridad indispensable para que se pueda dar la asistencia humanitaria que sea necesaria”. Al Papa también le preocupa un conflicto que se ha reactivado en estos días en el Cáucaso. Armenia y Azerbaiyán han retomado el conflicto armado por el control de la región del Nagorno Karabakh, y han provocado más de una decena de muertes.