El Papa recordó esta mañana que el cristiano no puede pensar en vivir sin sufrimientos. Dijo que el secreto de la paz de un cristiano no es esperar que Dios resuelva todos los problemas sino en saber que Dios le acompaña y lo mira como un padre en todo momento: "La esperanza es un don que nos ayuda a experimentar que, incluso en los momentos más duros y difíciles, Dios nos ama y no nos deja solos ni un instante”.