Durante la audiencia general el Papa reflexionó en cómo San Pablo demostró una gran capacidad de no desanimarse ante las dificultades. Como ejemplo recordó la escena del naufragio narrada en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Papa Francisco dijo que “Pablo nos enseña a vivir las pruebas abrazándonos a Cristo, para madurar la convicción de que Dios actúa en cualquier circunstancia, también en medio de las dificultades; y la vida de quien se da a Dios por amor, será siempre fecunda”.