El Papa en su catequesis del miércoles explicó que precisamente “paraíso” es una de las últimas palabras que Jesús pronunció en la cruz al dirigirse al “buen ladrón”. Por eso el “buen ladrón” nos recuerda nuestra verdadera condición ante Dios. La de ser sus hijos por quienes tiene compasión... “cada vez que un hombre, haciendo el último examen de conciencia de su vida, descubre que sus faltas superan tanto las obras de bien, no debe desanimarse, sino encomendarse a la misericordia de Dios".