El papa Francisco en Bangladés, sin duda, el momento más esperado del encuentro fue, el saludo del Papa a 16 refugiados de la minoría rohinyás a la que tanto ha defendido. Con ayuda de un traductor, Francisco escuchó atentamente el relato de sus tragedias.
Conmovido les pidió perdón por la indiferencia del mundo ante su sufrimiento, solicitó que se reconozcan sus derechos y aseguró que “la presencia de Dios hoy también se llama rohinyá”.