El Papa se reunió con el dicasterio vaticano que se ocupa de los religiosos. Su cardenal prefecto le explicó las cuestiones que están abordando en estos días de reunión plenaria.
Francisco les dijo que la misión de este dicasterio es “discernir” y “acompañar” a los institutos religiosos, especialmente cuando se presentan situaciones delicadas.
En esos casos, una primera prueba de que una congregación o un nuevo instituto viene de Dios, es si colabora con el obispo y participa en la vida de la Iglesia.
Les pidió estudiar en los casos delicados el papel del fundador, para que no sea autoreferencial, ver cómo buscan nuevas vocaciones y cómo las preparan, y cómo se aplica la autoridad.
Igual que pide a estas comunidades que colaboren con el obispo, también pidió a los obispos que acepten la colaboración de los religiosos.
El papel de las religiosas y los religiosos es decisivo en el día a día de la Iglesia. Ya sean de vida activa o contemplativa, su testimonio, su trabajo y su oración son para millones de personas una manifestación concreta de la bondad de Dios hacia cada persona.