El Papa puso punto final a su visita de 4 días a Myanmar con una Misa junto a centenares de jóvenes. El Papa les dijo que no tengan miedo a levantar la voz y les desafió a entregar a Dios sus miedos, preocupaciones, esperanzas y sueños. Recordó que el ejemplo de muchos santos también les puede servir hoy en día. Por último les agradeció la acogida en Myanmar.
Al finalizar, encomendó a los jóvenes y sus familias a la Virgen antes de partir a la próxima parada de su viaje: Bangladés.