El coronavirus se ha cobrado la vida del cardenal brasileño Eusébio Oscar Scheid. Tenía 88 años y estaba jubilado. Pertenecía a la congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús.
Juan Pablo II lo nombró en 2001 obispo de Río de Janeiro y cardenal en 2003. Benedicto XVI aceptó su renuncia en 2009.
Fue arzobispo de una de las ciudades más importantes en uno de los países con más católicos del mundo. Le sucedió Orani João Tempesta.
Con su fallecimiento, el Colegio Cardenalicio se queda compuesto por 227 purpurados. De todos ellos 128 son electores y podrán votar en un eventual cónclave.