La romana basílica de Santa María la Mayor alberga una muestra única organizada por la embajada de Croacia. Se titula “A Dios en nuestra propia lengua” y explica la rica tradición litúrgica croata.
Una tradición que se remonta a siglos atrás, hasta el año 869, cuando el Papa Adriano II permitió a la Iglesia Croata realizar la liturgia de rito romano en su propio idioma. Antes del Concilio Vaticano II, los croatas eran los únicos autorizados en celebrar la liturgia romana en su propio idioma, el eslavo y el glagolítico. Antes del Concilio, la misa solo se podía celebrar en latín. Fue San Cirilo quien logró convencer al Papa de hacer esta excepción para los eslavos.