Ali Ehsani se movilizó a mediados de agosto para que el Papa ayudara a una familia cristiana escondida en Kabul. A Francisco le conmovió, le envió un mensaje y pidió a sus diplomáticos que les ayudaran.
A mediados de agosto, el Vaticano se movilizó junto a otras instituciones. El ejército italiano los evacuó a Italia, y ya están en Roma, atendidos por la fundación “Meet Human”.