El pesebre del Vaticano de este año recrea el ambiente de un típico pueblo alpino italiano. Viene de una localidad de tan solo 1.400 habitantes llamada Scurelle. Tiene una particularidad: en parte ha sido construido con madera proveniente de una tragedia climática: el temporal Vaia que azotó el noreste de Italia en 2018. Las ráfagas de viento arrasaron con 20.000 hectáreas de bosque además de causar una infinitud de daños materiales y 8 víctimas mortales.