Después de un día con tres largas reuniones a puerta cerrada, el Papa y los representantes de 9 Iglesias cristianas del Líbano tuvieron un encuentro ecuménico para pedir juntos perdón a Dios y para rezar por la paz y la estabilidad.
El papa Francisco tuvo un contundente discurso que probablemente resumió el contenido de las reuniones.
Fue una llamada a que cada persona, dentro o fuera del Líbano asuma su propia responsabilidad.